El cernícalo es uno de los más pequeños dentro del grupo de los falcónidos, su peso puede oscilar entre 315 gr en el caso de las hembras a 255 gr en el de los machos.
Este ave suele formar parte de nuestro paisaje puesto que es muy común verle posado en los postes de teléfono o cables de la luz o incluso anidando en las iglesias de los pueblos.
La técnica de caza del cernícalo difiere a la de sus "hermanos mayores", los halcones.
Tiene el poder de quedarse cernido en el aire, de ahí su nombre, esto significa que se queda quieto en el lugar solo batiendo sus alas para mantener su posición (incluso con aire), y así poder hacer un rastreo visual buscando alguna señal que le lleve a su presa.
El cernícalo cuenta con un arma secreta que utiliza cuando esta cernido, tiene una visión de última tecnología con la que puede identificar en el suelo cambios de color, destellos de luz ultravioleta (invisibles para el ojo humano) generados por el rastro de la orina que dejan los ratones al marcar su territorio; una vez detectado el rastro más reciente, localiza a la presa, abalanzándose hacia ella en un picado y le da caza.