La lechuza está muy extendida en todo el mundo, ocupa sobre todo zonas habitadas por el hombre, pueblos y ciudades, donde vive en desvanes, viejos edificios, iglesias....
Esta nocturna es una de las más espectaculares y a la vez extraña, no presenta un plumaje con gran belleza pero sus costumbres crepusculares y silencioso vuelo la han rodeado siempre de cierto misterio.
La lechuza es una de las nocturnas que ha desarrollado el oído hasta magnitudes formidables. Si nos fijamos en su cara, es como una antena parabólica rodeada por un anillo de plumas que canalizan el ruido hacia sus oídos que se encuentran en la parte posterior. Estos están colocados de forma asimétrica, que significa que pueden percibir el sonido desde diferentes partes de su entorno, esto junto a los movimientos de la cabeza les permite concretar donde proviene el sonido.
Se alimenta principalmente de roedores, en especial de ratones por lo que se ha convertido en una figura muy apreciada en el ambiente rural, puesto que estos roedores son los mayores destructores de las cosechas del agricultor. Una pareja de lechuzas den época de cría pueden capturar unos 25 ratones diarios.
Las nocturnas tienen una peculiaridad a la hora de alimentarse, y es que por lo general engullen a sus presas enteras. Luego, las partes no digeridas como huesos o partes duras son regurgitadas en forma de pelota llamada egragópila, esto también ocurre en las rapaces diurnas.