Continuando con la entrada anterior, seguiremos explicando de la mejor manera posible el huevo, el embrión, la incubación, la eclosión y los pollos.
Como todo el mundo sabe, la incubación consiste en la aplicación de calor de los padres, por regla general de la madre durante el desarrollo del embrión (aunque hay huevos de reptiles que no necesitan la fuente de calor que proporcionan sus padres). Dicho así suena muy fácil, pero es un proceso realmente complicado cuando lo queremos hacer artificialmente, ya que influyen una gran cantidad de factores.
Pero antes de adentrarnos de lleno en incubación artificial hay que comprender como es en realidad el huevo:
Los huevos de halcón son muy similares a los que podemos tener de gallina en nuestras neveras, están compuestos por una cáscara porosa formada principalmente por calcio, dentro de esta hay dos membranas, una rodea toda la cáscara y la otra encierra todo su contenido, ambas se separan en el extremo más ancho del huevo formando una cámara de aire.
El contenido del huevo consiste en la "clara" que es el albumen, compuesto de proteínas y agua, éste se sitúa rodeando a la yema que flota libremente dentro de el. La yema está suspendida de cada extremo por hebras de fibras proteínicas (chalazas) y está compuesta por lipoproteinas que nutren al embrión según crece. En la parte superior de la yema se sitúa el disco germinal que es el que se convertirá en embrión y finalmente en pollo.
Hay que tener en cuenta que la fuente de calor durante la incubación siempre procede de arriba y nunca de abajo. Por lo tanto, la naturaleza que es sabía ha hecho que durante los primeros días de incubación que es cuando el embrión se está creando, la yema flote libremente debido a su alto contenido graso, de modo que sea más ligera que el albumen que la rodea, de esta manera se sitúa siempre en la parte superior del huevo que es donde está la fuente de calor.
En los halcones por ejemplo, el proceso de desarrollo del embrión dura aproximadamente once días, a partir de esta fecha el embrión lo único que tiene que hacer es crecer y ya se queda fijado en la zona superior del huevo. Aproximadamente a partir del sexto día, empieza a crearse la membrana corioalantoides que va creciendo simultáneamente con el embrión llegando a rodear todo el huevo. Esta membrana está compuesta por un fascinante sistema capilar y es la responsable mediante la circulación de sangre de la toma de oxigeno a través de la cáscara y de la expulsión del dióxido de carbono. Por lo tanto, esta membrana es extremadamente importante que se desarrolle perfectamente en el proceso de incubación ya que de lo contrario, cuando la incubación esté llegando a su fin que es cuando el pollo necesita más cantidad de oxigeno, esta membrana puede no proporcionarle la cantidad necesaria de oxigeno y podría morir.
Por otro lado, el volteo del huevo también es muy importante, ya que hace que la membrana corioalantoides se desarrolle por todo el huevo. Si observamos a las madres durante un día, nos daremos cuenta que aproximadamente cada cuatro horas, dan un cuarto de vuelta a los huevos.
Durante todo el proceso de incubación, el huevo pierde peso a través de la evaporación del agua y la metabolización de las grasas, depediendo de las especies, esta perdida puede oscilar entre el 14-16% de su peso.
Como ya sabeis la cáscara es porosa, pero si es altamente porosa provocaría un gran intercambio de gases con el exterior pero también hace que el huevo pierda excesivo peso y pueda secarse rapidamente, lo que resultaría fatal. Por otro lado si la cascara es poco porosa el huevo no perdería suficiente agua y el pollo en el momento de dejar la respiración alantoica y pasar a la pulmonar podría ahogarse en sus propios fluidos.
La temperatura idónea de incubación es de 37,1º a 37,5º C y con una humedad relativa de entre el 38 y 45%, esto dependiendo del lugar donde se incuben los huevos, ya que en zonas costeras la humedad es mucho más alta que en zonas de interior. Lo ideal es hacerse una gráfica y pesar los huevos cada tres días aproximadamente, para así saber si van perdiendo más o menos peso durante el proceso de incubación y poder obrar en consecuencia, metiendo más o menos agua en la incubadora. La incubación varía según la especie, pero en el caso del Halcón Peregrino es de 31 días y medio.
Aproximadamente tres días antes de la eclosión, el huevo empieza con una serie de pasos que son extremadamente críticos y suponen un grandisimo esfuerzo para el pollo. Este tiene que dejar la respiración alantoica y pasar a la pulmonar, retraer su saco vitelino (yema) y salir del cascarón.
Justo en el momento en el que el pollo llega a su máximo crecimiento, es cuando necesita más oxigeno pero la membrana corioalantoides no es capaz de proporcionarle todo el necesario para ese tamaño, al mismo tiempo en el cuello, un músculo llamado complexis se vuelve abultado por el tejido linfático y se contrae realizando espasmos, transmitiéndoles a todo el pollo, como un estiramiento que hace que choque su pico contra la membrana que separa la cámara de aire y la cáscara. El pico está dotado con el "diamante" que es una calcificación en la punta del pico muy necesaria a la hora de romper la membrana, la cáscara y finalmente nacer.
Otras rapaces que no pertenecen a la familia de los falconidos, normalmente rompen primero la cámara de aire, descansan varias horas ya que obtienen más oxigeno y mayor comodidad dentro del huevo y ahí es cuando incluso podemos oírlos piar, puesto que ya respiran pulmonarmente.
Una vez que ha hecho el primero pick en el huevo, lo que supone un gran esfuerzo para el pollo, suelen descansar de 48 a 60 horas para posteriormente ir picando y girando con los espasmos anteriormente mencionados, con esto además de ir picando y rompiendo el huevo mientras giran lo que también consiguen con los estiramientos es que al presionarse con la cáscara logran introducir hacia dentro por su ombligo el vitelo (yema) que va a ser lo que les va a proporcionar un apoyo alimentario durante las primeras 48 horas de vida.
Una vez que ha nacido el pollo está cansando y deforme al haber estado tan apretado dentro del huevo por lo que necesita varias horas de descanso, también le observaremos que su plumón está húmedo.
Debemos dar la primera toma de comida a partir de las 8-10 horas de su nacimiento. En estas primeras tomas simplemente es para que comience a funcionar su aparato digestivo, por lo que además de contar con su despensa de comida (vitelo), nosotros le aportaremos una pequeña cantidad de comida humedecida en suero, sería como dos picaditas de carne limpia y blanda (papilla) equivalentes en tamaño a dos granos de arroz (aprox).
Si analizamos y estudiamos a sus congéneres silvestres nos daremos cuenta de que en estas primeras tomas, practicamente les dan saliva en la que llevan bacterias, encimas, etc., muy importantes para realizar sus primeras digestiones, es algo que en cautividad resulta imposible y que se puede sustituir por probioticos pero nunca será igual. Por lo tanto, los pollos nacidos en cautividad y criados por el humano no pueden ingerir una gran cantidad de alimento ya que podrían no digerirlo, cosa que en la naturaleza podríamos observar que ocurre, las madres les ceban incesantemente grandes cantidades de comida.
Los tres primeros días, se les da cada tres horas carne limpia, sin hueso, en papilla. A partir del cuarto día el intervalo en cada toma no varía pero el alimento sí, se les da una carne más fuerte (paloma , codorniz) y con hueso, fuente fundamental de calcio, bien machacado, prácticamente papilla.
Poco a poco iremos viendo como les cambia el plumón a uno más algodonoso, les van saliendo los cañones y finalmente las plumas hasta que aproximadamente a los 45 días ya tengamos un halcón hecho y derecho, por lo tanto es extremadamente importante la calidad de la alimentación con buenas dosis de calcio (huesos).
A esta edad ya están listos para sus primeros vuelos.......
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