En la Naturaleza tenemos muchos casos de simbiosis, animales que se "alían" con otros animales para encontrar alimento, protección o refugio, en la mayoría de los casos no son conscientes pero la Naturaleza que como todos sabemos es muy sabia, ha hecho que evolucionen de tal manera que se cree este tipo de relaciones. En este caso los buitres cuentan con la inestimable ayuda de alimoches y especialmente de los córvidos.
En general cualquier animal ha evolucionado para tener un aspecto que pasaría desapercibido en el medio, el mimetismo, pero hay especies que cuentan con una apariencia más llamativa precisamente para captar la atención por su propio interés, este el caso del alimoche que cuenta con unos colores llamativos tanto en vuelo como en tierra.
Aún siendo el primero en llegar al alimento, el alimoche no es capaz por sí mismo de empezar a comer pues cuenta con un pico poco poderoso, incapaz de romper las pieles de las carroñas encontradas, sólo puede hacerlo en tejidos blandos (ojos, morro, etc). Debido a esto, el alimoche necesita ayuda de otros picos más poderosos, como los de los grandes buitres, para obtener más volumen de alimento. Sin esta simbiosis el alimoche podría morir de hambre.
Por otro lado, tenemos al grupo de los córvidos con el mismo problema del alimoche para conseguir parte de su alimento, ellos a diferencia de los alimoches cuentan con un plumaje (generalmente negro) que reflecta la luz y funciona como espejos, proyectando destellos que también son captados por los buitres en su búsqueda de alimento.
Los córvidos son las aves más inteligentes de nuestro continente y capaces de alimentarse de prácticamente cualquier cosa comestible, ya sea carroña, frutos, insectos e incluso llegar a cazar, por este motivo su población ha proliferado y cuenta con un gran número de individuos, lo que beneficia al resto de la fauna ya que no solo sirven de señal "destelleante" a los buitres, si no que muchos animales también se guían de esta faceta para encontrar su alimento. Otro papel no menos importante de los córvidos es la actitud que tienen, basándose en su comportamiento gregario de molestar, atosigar e incluso atacar graznando, chillando, formando un gran "jaleo" a cualquier depredador ya sea ave, mamífero o reptil, avisando de esta manera a cualquier animal de la presencia de un posible enemigo.
En resumen, los buitres realmente no buscan la carroña si no que en lo que realmente se fijan es en encontrar a estos espontáneos e interesados aliados.
Los buitres cuentan con un plumaje apretado que les permite aislarse de una meteorología adversa pero también para flotar en el aire. Su vuelo es a vela, buscando las corrientes de aire caliente ascendentes llamadas "térmicas" para así tener un menor desgaste y una mayor ascensión, es como flotar en el aire, lo que ha hecho que los buitres evolucionen de tal manera que han logrado convertirse en maestros planeadores.
Son capaces de llegar a alturas superiores de 2000m desde donde se ve muy bien el reflector del córvido o los colores llamativos del alimoche.
Además de los aliados los buitres también se fijan en la forma de vuelo de un primer buitre oteador, que una vez que localiza la carroña se lanza en picado plegando sus alas convirtiéndose esto en otra señal para los demás buitres de que la fuente de alimento ha sido encontrada.
Una vez en la carroña es cuando los aliados se benefician de los buitres, recogiendo los pequeños trozos que estos no han sido capaces de comer o les han pasado desapercibidos.
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