Las rapaces nocturnas cazan bajo el manto de las estrellas, cuando la gran mayoría de seres duermen. Por esto su cuerpo ha sufrido diferentes adaptaciones. Una de ellas son sus plumas.
A diferencia de otras aves, las plumas de las nocturnas son suaves y serradas en sus extremos. Son flecadas para amortiguar el sonido producido por el aire al chocar contra las plumas y hace que pase el sonido entre ellas, aunque vuele a toda velocidad.
Por otra parte hay que tener en cuenta que las nocturnas colocan sus alas a la altura de sus oídos por lo que sus plumas no pueden hacer el más mínimo ruido ya que tienen que percibir el sonido por leve que sea realizado por su presa.
Búho Real Siberiano (Bubo bubo sibiricus)
Esto le ha convertido en el cazador silencioso, en un depredador capaz de ver a la luz de las estrellas, de perseguir a sus presas a través de un espeso bosque y de atacar sin apenas hacer el ruido más sutil.
Para las rapaces en general, es muy importante mantener cuidado su plumaje, lo aíslan y lo impermeabilizan untando sus plumas con un oleo especial que sacan de la glándula uropigial, situada en la base de la cola.
Pero para las nocturnas es todavía más importante mantener sus plumas limpias ya que de quedar algún resto de suciedad o polvo en ellas podrían provocar ruido al volar y ser descubiertas por sus presas.
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