jueves, 10 de marzo de 2011

Maravillas de la evolución, el gavilán y el esmerejón

Una de las presas más difíciles de capturar son los pequeños pajarillos, capaces de volar a gran velocidad, dar vertiginosos quiebros y aprovechar cualquier defensa, como la de esconderse en zarzas, espinos o agujeros de piedras para zafarse del ataque de sus depredadores.
En el mundo de las rapaces son muy pocas las especies capaces de capturar a estas escurridizas aves, aunque hay datos de aves rapaces como águilas, azores o halcones que en contadas ocasiones han dado caza a pequeños pájaros.
Realmente sólo existen dos rapaces que tiene única y exclusivamente como base de alimentación a las pequeñas aves. Para conseguirlo, estas aves han tenido que evolucionar de tal manera que se han convertido en autenticas máquinas de vuelo, agilidad y precisión.
Ellas son el esmerejón (Falco columbarius) y el gavilán (Accipiter nisus) que aún compartiendo su exclusiva alimentación, cada uno se ha adaptado de una manera totalmente diferente a la hora de cazar.
       Esmerejón                                   Gavilán
El esmerejón por su parte, está adaptado para volar en espacios abiertos, con poca densidad de árboles. Su diseño al igual que su pariente el Halcón Peregrino posee unas alas largas y puntiagudas y cuenta con unos enormes músculos pectorales que superan el 30% de su peso, es capaz de realizar persecuciones de más de 8 minutos con una tenacidad increíble, cosa imposible de realizar por cualquier otra rapaz de nuestro país.
Por otro lado, el gavilán se ha especializado en sitios boscosos y densos matorrales. Comparte el diseño del azor, teniendo alas cortas y redondeadas y cola extremadamente larga. No puede realizar persecuciones tan largas y tenaces como las de un esmerejón, pero el cuenta con un vuelo de sprint, capaz de atravesar las ramas del más denso de los árboles sin apenas modificar su velocidad de vuelo y dar quiebros imposibles sorteando la abrupta vegetación.
Es tal la adaptación de ambas especies a la caza que incluso me atrevería a decir que son las dos rapaces mejor adaptadas para la depredación. La Naturaleza ha esculpido cada parte de su cuerpo para crear una autentica y especializada máquina de cazar, olvidándose de ahorrar energía (principio fundamental para prácticamente cualquier animal).
Así mismo, poseen el metabolismo más acelerado de cuantas rapaces existen en el mundo. Debido a las increíbles persecuciones que realizan, su carácter nervioso y su estado de alerta continuo, obtenemos un gran gasto energético. En época invernal esto puede generar un problema, ya que al sumarse las bajas temperaturas es necesario un mayor aporte de alimento, en el caso de los machos, debido a su menor tamaño, les es necesario cazar un mínimo de dos veces al día, algo inviable para cualquier otra rapaz del mundo.
Como dato curioso a mencionar, debido a la gran intensidad de sus persecuciones y el esfuerzo que realizan, en muchas ocasiones resulta chocante ver como al finalizar un ataque en el que lo han dado todo, quedan en estado de shock durante unos instantes.
Para finalizar, me gustaría en esta entrada hacer una mención especial al alcotán (Falco subbuteo) que aunque no esté tan especializado en su dieta (además de pajarillos se alimenta de otros animales como pequeños roedores, insectos, etc.) como estos dos prodigios de la Naturaleza, su vuelo puede llegar a asemejarse considerablemente al de ellos.
                            Alcotán

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